El verano y la llegada de las altas temperaturas, hacen que nuestra piel y nuestro organismo estén más expuestos a los factores externos. En cualquier momento del año es importante mantener la hidratación en el organismo, pero especialmente en esta época. 

Se ha demostrado que cuando tenemos sed, es que ya  estamos deshidratados. No debemos llegar a este punto porque nuestra capacidad de trabajo y el rendimiento del organismo se reducen.  La falta de agua en nuestro organismo también ralentiza los procesos químicos como la digestión de alimentos, producción de energía y depuración del organismo.  Si esto ocurre, nos sentiremos fatigados y faltos de energía.

Mima tu piel y tu cuerpo, no dejes de beber agua

La piel es el órgano más externo de nuestro cuerpo y el que más expuesto está al calor. La piel está compuesta en un alto porcentaje de agua, y si no está bien hidratada perderá su elasticidad y tendrá un aspecto apagado. Más allá de lo estético, una buena hidratación es esencial para los procesos que tienen lugar en la piel.

Como ejemplo, las glándulas sudoríparas que tenemos en la piel permiten la eliminación de sustancias de desecho.  Estas sustancias o toxinas presentes en nuestras células epiteliales, cuando se unen al agua que hay en los tejidos, se eliminan fuera por medio de la sudoración.  Si no bebemos suficiente agua, este proceso no se puede llevar a cabo.  

Un ejemplo sencillo para entender este proceso de eliminación de toxinas es el siguiente: si se lava un plato a mano con jabón y luego no se aclara con agua, la suciedad junto con el jabón seguirán adheridos al plato, no habremos podido eliminar esa suciedad por la falta de agua.  

Esto es lo que pasaría también en nuestro cuerpo cuando no consumimos suficiente agua, los desechos y tóxicos de diferentes fuentes con las que estamos en contacto, se acumulan en nuestros órganos a lo largo de los años, favoreciendo la aparición de enfermedades.

¿Cómo protegerte del calor?

Con la llegada de las altas temperaturas debemos tener en cuenta varios consejos para proteger nuestro organismo frente al calor extremo:

Beber agua de forma regular durante el día

Por supuesto, este es el principal consejo y el más importante. Para combatir el calor lo más importante es estar muy bien hidratados, sobre todo para evitar los posibles mareos o desmayos que puedan ocurrir. 

No sustituyas el agua por bebidas azucaradas ni alcohólicas, éstas conseguirán un efecto contrario al que queremos, ya que contribuyen a deshidratar el organismo todavía más.  Las bebidas alcohólicas tienen un efecto diurético, y esto significa que eliminaremos más agua de la debida.  

La sensación de sed disminuye según nuestro cuerpo se va adaptando a la falta de agua y al calor.  Esta sensación de sed se va perdiendo de forma gradual y no es consciente, es decir, no nos damos cuenta. El no sentir sed no significa que no tengamos un mayor o menor grado de deshidratación.

Muchas personas consumen bebidas refrescantes para aliviar esta falta de hidratación y el exceso de temperatura de su cuerpo, pero esta no es la mejor solución.

El problema viene cuando se consumen refrescos y bebidas alcohólicas en exceso, y además de acumular los efectos negativos del alcohol, acumulamos también mayor cantidad de azúcar y aditivos.  En vez de añadir agua al cuerpo estamos aumentando la deshidratación de nuestros tejidos.

Es muy recomendable antes de consumir una cerveza, o cualquier bebida alcohólica, beber uno o dos grandes vasos de agua y así se controlará  mejor el consumo de alcohol.  Se beberá con moderación y esto favorecerá nuestra salud general.  

Pensemos también que cada vez que consumimos una cerveza, estamos acumulando unas pocas grasas y esto contribuye a engordar.

Más adelante en el artículo podrás saber qué cantidades de agua se deben consumir.

Cuida tu alimentación durante todo el año

La alimentación es uno de los ejes más importantes para el cuidado de la salud, sobre todo en la época estival. Durante las altas temperaturas mantén una alimentación equilibrada y evita las comidas hipercalóricas. Recuerda añadir siempre a tu menú verduras frescas y frutas de temporada. 

La comida fresca te ayudará a mantener una temperatura corporal adecuada y facilitará el proceso de digestión en el organismo. 

No hagas deporte al aire libre en horas de altas temperaturas

Durante las horas del día que más calor hace, evita hacer deporte al aire libre o si lo haces, procura que sea en el medio acuático. Realiza ejercicio a primera hora del día o a última, son las mejores opciones, y siempre lleva agua contigo para seguir hidratándote. Otra opción es acudir a los gimnasios o centros deportivos que estén aclimatados. En cualquier caso, es fundamental no eliminar el ejercicio físico de nuestra rutina.

También hay que tener en cuenta, como dice la Fundación Española del Corazón, que el hecho de hacer ejercicio físico junto con exceso de calor, nos puede hacer perder más de medio litro de agua y sales minerales al día.  Este hecho es debido al aumento de la respiración y el sudor, procesos donde se ve implicada el agua que hay en nuestro organismo.  Todo ello puede elevar los niveles de deshidratación en nuestro cuerpo.

Otra señal de deshidratación es que nuestro rendimiento físico y mental disminuye y no nos damos cuenta que es por falta de agua.  Por ello es importante enfocarnos en mantener la cantidad de líquidos adecuada, consumiendo agua durante toda la práctica del ejercicio.

Algo bastante común en verano son los “golpes de calor” que ocurren cuando estamos haciendo actividades al aire libre como senderismo, o simplemente porque hace un calor excesivo y no bebemos suficiente agua.  Es muy importante tener una botella de agua con nosotros e ir bebiendo agua de forma regular.  

Estos golpes de calor o dolor de cabeza intenso, mareos y vómitos típicos ocurren porque, al no haber una ingesta de agua suficiente, tus vasos sanguíneos se contraen reduciendo el suministro de sangre y oxígeno al cerebro, ocasionando este malestar generalizado.

No salgas a la calle en las horas más calurosas del día

Siempre que puedas evita salir a la calle en las horas centrales del día. Entre las 12 y las 16 horas, el termómetro suele marcar las máximas temperaturas. Si no se puede evitar salir, resguárdate del sol caminando por lugares a la sombra y lleva contigo siempre una botella de agua para mantenerte hidratado en todo momento. 

Un abuso de la exposición al sol puede afectar mucho a la piel y el resto del cuerpo, causando graves problemas de salud. Como en todo, los extremos son siempre negativos y no exponerse al sol y su energía también afectarían negativamente al organismo. En verano, es conveniente utilizar protector solar cuando vayas a exponerte al sol de forma  prolongada en el tiempo. 

Beber agua para evitar la deshidratación

Una de las cosas más fáciles que puedes hacer para evitar la deshidratación del organismo y la piel es beber agua con regularidad. Tener una botella o vaso de agua a mano, cerca de los espacios de tu hogar que frecuentes te ayudará a beber pequeños sorbos de agua aunque no tengas sed de forma consciente.

¿Cuánta agua hay que beber al día en verano?

Lo ideal es consumir alrededor de 2 litros o 2 litros y medio de agua al día. No obstante, no solo es necesario tomarlo en bebida, sino también en forma de verdura y fruta ya que contienen agua. 

Lo correcto sería alcanzar el 80% de la hidratación a través de las bebidas y el 20% a través de la ingesta de verduras y frutas. Estas cifras pueden variar según los hábitos de cada persona y la actividad física que desempeñe. 

Los zumos pueden ser una forma de hidratarse, pero trata de que contengan un 80% de verduras. Si se añaden demasiadas frutas al batido se deben consumir con moderación, ya que aporta menos fibra y un alto volumen de azúcar en comparación con el consumo directo de fruta fresca. 

Un abuso de zumos de frutas aumenta el riesgo de malnutrición, la aparición de caries y el sobrepeso. Por ello, lo ideal es beber agua, acompañado de verduras y frutas enteras. 

Beneficios de beber agua en el organismo

El 70% de la composición de nuestro cuerpo es agua, por eso es indispensable mantenerlo hidratado, de modo que el organismo pueda eliminar las toxinas. Los beneficios del consumo de agua en el organismo son muy diversos:

  1. Beber agua alivia la fatiga. 
  2. Evita los dolores de cabeza y las migrañas. 
  3. Ayuda a mantener una piel radiante y bonita.
  4. Regula la temperatura del cuerpo, muy importante en verano. 
  5. Evita el estreñimiento y ayuda a la digestión. 
  6. Mejora el sistema inmunológico.
  7. Reduce el riesgo de sufrir problemas cardíacos. 
  8. Ayuda a reducir el peso corporal. 
  9. Reduce el riesgo de padecer cáncer. 
  10. Aumenta el proceso de depuración de los órganos del cuerpo, favoreciendo el buen funcionamiento de dichos órganos y ralentizando el envejecimiento.

Ahora que ya sabes los beneficios que aporta el agua y el mantenerse hidratado en verano, tómatelo en serio y revisa tus hábitos en cuanto al consumo de agua y la hidratación de tu  cuerpo.