Cómo regresar al trabajo y la rutina con salud

¿Te has preguntado en alguna ocasión por qué la vuelta a la rutina resulta ser una etapa agotadora, sobre todo después del verano? Existen varias teorías que responden a este desorden emocional, físico y mental. 

Para entender este proceso, necesitamos conocer qué le ocurre a nuestro organismo y cómo influyen en él los agentes externos y nuestro estilo de vida de manera tan importante. 

En primer lugar, hablemos de los ciclos circadianos. Te preguntarás, ¿qué son? y ¿por qué influyen en mi estado emocional y físico con tanta fuerza? 

¿Qué son los ciclos circadianos?

Los ciclos circadianos son los cambios en los niveles de conducta, físico y mental que se producen en intervalos regulares de tiempo.  Esto ocurre en los seres humanos y en los animales. De hecho, tenemos estos relojes en casi todos los órganos del cuerpo.

Para que resulte más fácil de entender puedes imaginar un reloj dentro de ti, un gran reloj biológico que se sincroniza tras recibir sobre todo el impacto de la luz y la oscuridad. 

Por eso es importante entender en primer lugar cómo los agentes externos que nos rodean influyen de una manera tan directa.  Estos ritmos se van modificando a lo largo de las 24h que componen nuestro día, ya que la intensidad y los tiempos de exposición a la luz y la oscuridad son diferentes, casi cambiando cada minuto. 

Por ello es importante que los horarios que tenemos para comer y dormir sean regulares, de modo que todos los relojes internos se mantengan bien sincronizados.  Un déficit de sueño y los horarios poco equilibrados que tenemos para comer, pueden provocar cambios en nuestro metabolismo, y esto a su vez promoverá afecciones como el aumento de peso y la resistencia a la insulina.

Ahora que entiendes cómo funciona tu reloj biológico interno, también puedes entender y sincronizarte con las necesidades de tu cuerpo y la naturaleza.

Todos estos impactos permiten:

– que tengas sueño cuando cae la noche.

– que quieras levantarte cuando veas luz.

– que tengas apetito.

– que puedas regular tu temperatura corporal. 

– que puedas regular tu rendimiento y tu descanso. 

– que se puedan regular tu presión sanguínea y tus niveles hormonales.

– que puedas estar en alerta o en reposo, entre muchos otros…

Como podrás comprobar los ciclos o ritmos circadianos en equilibrio son necesarios para nuestro orden mental, físico y conductual. La desestabilización de estos ciclos circadianos nos lleva a ese desgaste, cansancio, agotamiento, etc.; que sentimos especialmente en la vuelta a nuestra rutina después de una vacaciones.

Imagina ahora hasta qué punto es importante contar con un orden en nuestro descanso y en nuestra alimentación para no volver loco a nuestro reloj interior. 

El reloj y la rutina son muy importantes para mantener el orden en este proceso. Por esa razón, si tus horarios se ven alterados durante el periodo vacacional… ¿Quién no ha dicho en alguna ocasión: “estamos de vacaciones, fuera el reloj, comemos cuando tengamos hambre y dormimos cuando tengamos sueño”? Son frases típicas durante nuestras vacaciones y no son un problema si no son mantenidas por un tiempo prolongado.

El problema se produce cuando una mañana suena el despertador y tengo que comenzar a controlar mi rendimiento, realizar de nuevo un control óptimo de mi alimentación, tengo que iniciar de nuevo unos horarios de descanso para poder cumplir con mi objetivo diario, etc.

La vuelta a la rutina, los atascos, el estrés, las prisas, los gastos, el cole, el trabajo, etc. tras una modificación de horarios con respecto a los del verano, pueden llegar a ser muy estresantes.

¿Qué podemos hacer para regular nuestros ritmos circadianos y mejorar nuestras funciones corporales?

Es necesario hacer una pausa, permitirnos descansar, saltarnos la rutina unos días para poder cargar pilas y para poder hacer cosas que no podemos durante el resto del año. No obstante, recuerda que es necesaria también esa vuelta al orden y al equilibrio, a los nuevos propósitos.

Para hacértelo más fácil, te dejo unas recomendaciones que puedes tener en cuenta a la hora de tu regreso a la rutina:

  • Cuida el descanso y estructura la agenda. Regula poco a poco las horas de sueño que necesitan tu cuerpo y tu mente, come a las horas establecidas dentro de las rutinas lógicas de tu día a día. Organiza tu nueva agenda de horarios para retomar tus actividades habituales, haz deporte, deja horas libres para tus actividades culturales, lúdicas y sociales.
  • Tómate tu tiempo para adaptarte y ponerte al día otra vez, ponte metas asumibles y trata de mantener el foco y una actitud positiva. ¡Acabas de llegar de vacaciones, sé paciente!
  • Organiza de nuevo tu alimentación, cuidando esos excesos que en ocasiones durante el verano te has permitido. Si eres de los que te saltas la dieta de vez en cuando, toma nota especialmente de estos consejos para alimentarte mejor tras el verano.

Un menú saludable para volver a la rutina en paz

Como ya sabrás, uno de los mayores influyentes en nuestro cuerpo y por ende en nuestro estado emocional y mental es la alimentación. Por ello, quiero darte varios consejos para una mejor alimentación, tras el regreso de las vacaciones.

Con el reloj interno algo distraído y la improvisación durante los días de vacaciones, no hemos dedicado mucho tiempo a nuestros menús, pero con un poco de paciencia y organización en nuestra despensa será todo mucho más fácil. 

  • Lo primero que puedes hacer es supervisar todos los productos que tengas en tu despensa: comprueba tipos de alimentos, si son saludables para ti y la familia, su caducidad, etc.  
  • Haz una lista de los productos saludables que necesitas adquirir y dale prioridad a los alimentos frescos y de buena calidad.  Cuando puedas ve a comprarlos.
  • En tercer lugar, planifica un buen menú semanal, variado y equilibrado. Consumir mucha verdura variada, tomar legumbres, limitar el consumo de pasta y arroz (si lo tomas integral, mejor), comprar huevos de calidad, carne y pescados variados y frutas enteras. Los frutos secos también te aportan mucha energía y mantienen tu línea. 

Y por supuesto, no dejes de darte algún capricho, recuerda que la rutina es orden y es equilibrio, pero también es importante permitirse algún placer el fin de semana como hicimos en vacaciones. Por ejemlo, reloj y móvil fuera, quedar con los amigos, darse un masaje, probar un restaurante nuevo, etc.

Espero haberte hecho algo más fácil la vuelta al trabajo y las rutinas del día a día. Ya queda menos para avanzar hacia este nuevo ciclo. Ahora que ya sabes algo más sobre cómo nos afectan los ritmos circadianos y la conexión que existe con la naturaleza y nuestros hábitos diarios, ¡toma nota y a por ello!

¡Feliz vuelta a tu día a día!